De aquí a la eternidad
Nuestro amigo Alberto Sánchez
Hacia 1975 aparecían en nuestra publicación las primeras referencias sobre actividades cineclubísticas y festivaleras de Alberto Sánchez Millán, fallecido en Zaragoza hace unos días, mientras le echábamos de menos en el festival de Sitges, que publicó una nota en su periódico y lo que recordó de viva voz en la intervención en la clausura del director del festival, Ángel Sala. Más de treinta años, con prólogo e introducción a cargo de nuestro común amigo y admirado maestro Manolo Rotellar —- en el documental sobre este, estrenado coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de su muerte, tiene una importante participación Alberto—- y sobrada continuidad a partir de festivales como Huesca, Valladolid, Valencia, Sitges, Zaragoza, Calanda, etc., y sus exposiciones y ciclos con IberCaja (El Texto Iluminado, relaciones del cine con la literatura, por ejemplo).
Su importante presencia en diferentes manifestaciones de la cultura de y en Aragón, especialmente en cine y fotografía (presidente desde 2007 de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza), ha ido dejando huella y amigos a lo largo de varias décadas. Como cineasta, ya desde 1963, con su hermano Julio, hizo escapadas al cine independiente, con documentales en 16 mm. como Pablo Serrano (1978). En la segunda mitad de los años ochenta colaboró con el centro regional de TVE con la serie de ocho capítulos Aragoneses en el cine. Pero, sobre todo, se nos ha ido un amigo, cómplice de grandes encuentros, alma de tertulias y adorable competidor en las tareas de contar anécdotas y chistes, de quien continuamente evocamos y evocaremos sus múltiples enseñanzas.
Alberto Sánchez fue un gran cinéfilo